ARTE INSOLENTE HECHO POR ARTISTAS

1810-2010 no te olvides flequillo (x)


Discurso sobre el Colonialismo,
1950 (fragmento).

Habría que estudiar primero cómo la
colonización trabaja para descivilizar al
colonizador, a embrutecerlo en el sentido
literal de la palabra, a degradarlo, a
despertar en él instintos reprimidos, a la
concupiscencia, a la violencia, al odio
racial, al relativismo moral, y demostrar
que, cada vez que en Vietnam se corta una cabeza y se revienta un ojo y que
en Francia se acepta, una niñita es violada y que en Francia se acepta, un
Malgache torturado y que en Francia se acepta, hay una acquisición de la
civilización que pesa su peso muerto, una regresión universal que se opera,
una gangrena que se instala, un foco de infección que se extiende y que al
final de todos esos tratados violados, de esas mentiras propagadas, de todas
esas expediciones de castigo toleradas, de todos esos prisioneros atados e
interrogados, de todos esos patriotas torturados, al final de ese odio racial
alentado, de esa jactancia extendida, está el veneno inyectado en las venas
de Europa, y el progreso lento, pero seguro, del ensalvajamiento del
continente.
Europa es moralmente, espiritualmente idefendible.
poema de Aimé Césaire


LA HISTORIA COMO ESPECTÁCULO

El signo está vaciado y, aún así, funciona

A partir de las proyecciones que se realizaron sobre el Cabildo y el Teatro Colón (en Buenos Aires), con motivo de los festejos del Bicentenario, y de la rehabilitación del Centro Cultural Gabriela Mistral (en Santiago de Chile), los autores sostienen que en estas intervenciones se privilegió la comunicación mediática y espectacular por sobre los contenidos.

Por Jorge Sepúlveda e Ilze Petroni


Every sha-la-la-la
Every wo-wo-wo
Still shines
Every shing-a-ling-a-ling
That they're starting to sing's
So fine
Yesterday Once More
The Carpenters



Si damos por entendido que el sistema de la moda1 y la sociedad del espectáculo2 atraviesan –sino constituyen- nuestros sistemas de significación (la forma en que estamos entendiendo lo que está pasando y, por tanto, el modo en que actuamos sobre ello) podemos juzgar de inútiles y distractivas a la mayoría de las reclamaciones en torno a las celebraciones de Bicentenario.
Estas reclamaciones se construyen desde una indignación moralbasada en la idea de que aquello que se celebra es un hecho objetivo al que habría que hacerle justicia (actuar en consecuencia). Esto niega en primer lugar su condición de producción cultural, hace como si desconociera los procesos de selección intencionada para sostener y reproducir la confianza en el discurso dominante y, por último, obtura que la noción es permanentemente reestructurada en las negociaciones políticas.
La cuestión es que la utilización mediática de la conmemoración de la independencia ocurre del mismo modo (y tiene el mismo valor) que el fútbol, la farándula o la inseguridad ciudadana: organiza su eficiencia editorial de acuerdo a eso que llamamos “las 3 S”: sangre, sudor y semen.
Las líneas editoriales de los medios de comunicación masiva han logrado su máxima eficiencia en la construcción de un mensaje continuo que se replica y se reproduce a sí mismo. Nos encontramos con variaciones sobre un tema con la inclusión de un juego predeterminado de variables que son organizadas para mantener la tensión, el ritmo del relato.
Se cumple, en la utilización mediática de los contenidos, el establecimiento de un rango y la selección –muchas veces aleatoria– de un caso. Esto produce modelación y modulación del contenido. Incluso la disidencia es funcional. Estas líneas, por ejemplo, aunque diagnostican y explicitan el modelo, sostienen la confianza en que la comunicación mediatizada es un modo de hacer que las cosas ocurran3.
Este prólogo pretende establecer que las condiciones sobre las que se ha creado la noción de celebración del bicentenario son simultáneamente el hecho y su visibilidad. Desde mucho antes de McLuhan, la distinción entre medio y mensaje (reproducida en o trasladada a la dicotomía virtual y real) se ha demostrado como categorización inútil en su uso.
Es decir, lo que es virtual actúa efectivamente como si hubiera ocurrido ante nuestros ojos; lo que es real se realiza en su divulgación. Hemos llegado al asunto de este artículo: el Centenario fue constructor de edificios y el Bicentenario los resignifica como escenografías.
En otras palabras: hace cien años se festejaba la independencia a través de intervenciones que (re)diseñaban el espacio urbano en la creencia de la perdurabilidad y trascendencia del estado de constante progreso. Construir edificios era construir la posibilidad de la existencia de las instituciones que iban a alojar.
Ahora el problema es otro, las instituciones están construidas y habitadas, han desplegado su diagrama de acción y evidenciado sus debilidades. Pero la desconfianza que han generado no es suficiente para transformar el malestar en acción. Por ello las intervenciones del bicentenario son explícitamente cosméticas.

as proyecciones sobre el Cabildo y el Teatro Colón (en Buenos Aires) y la rehabilitación del Centro Cultural Gabriela Mistral (en Santiago de Chile) son claros ejemplos de este ejercicio teatral.
En los dos primeros casos, el edificio es el soporte donde se imprime en imágenes superpuestas una historia de la patria. El edificio es un telón cuyo uso se unifica para el espectador de una narrativa espectacular. En rigor es una cuestión de ritmo y secuencialidad de imágenes referenciales vaciadas pero todavía reconocibles.
El enunciado Cultura es Historia enfatiza la confianza iconográfica de las pedagogías básicas al estilo Billiken. La única reacción posible es “Mirá, ese es San Martín, ¡qué grande! ¡Cómo brilla!”. Se ha perdido uno más de los derechos del espectador: el del zapping. La única forma de huir es la distracción o el tedio.
El Centro Cultural Gabriela Mistral es un lugar de fantasmas: este edificio fue construido por el Estado de Chile durante el gobierno de Salvador Allende para la realización de la UNCTAD en 1972 (que luego sería utilizado como Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral). Tras el Golpe de Estado –inutilizado el Palacio de La Moneda por el bombardeo- funcionó como sede del Poder Ejecutivo y Legislativo (la unión hace la fuerza) y su torre principal como Ministerio de Defensa (hasta la fecha) y el sector Alameda como centro de convenciones.
Luego del incendio del 5 de marzo de 2006 se llamó a concurso público para rehabilitarlo arquitectónicamente y re-instituirlo como Centro Cultural. Lo que diríamos un enchulamiento, un pimp my building. De este modo se genera un ciclo de habilitación de espacios de exhibición (de agentes políticos) con el soporte de la producción artística funcionalizada donde todo dura lo que dura el olor a nuevo. Esto genera “una política de inauguraciones grandilocuentes que hagan visible los efectos del discurso: es decir, somos una cultura del sobresalto, la indistinción y el abandono” . La publicidad es nuestro arte político.
Otro ejemplo es la ampliación del Museo de Bellas Artes de Santiago, que es en realidad el desalojo del Museo de Arte Contemporáneo, que a su vez se traslada a otro edificio desalojado en Quinta Normal. Todos estos edificios fueron construidos en las dos primeras décadas del S. XX.
Bajo la apariencia del reciclaje (o refuncionalizacion), bajo la idea de la puesta en valor preservación del patrimonio, se esconde la incapacidad de desarrollar institucionalidad suficiente para consolidar el Estado y sus promesas.
El Estado y sus instituciones siguen prometiendo la igualdad, la justicia, la libertad de acceso, etc. pero ya no tienen como objetivo su cumplimiento efectivo. Descubrieron que el solo hecho de prometerlas es suficiente ante una ciudadanía que privilegia el interés privado, que se siente más cómoda con un Estado ausente o débilmente regulador.
Sostenemos que el modelo aprende mucho más rápido que los individuos, en parte porque éstos siguen actuando en un modo moral que antecede a los conocimientos a los que acceden. El modelo entendió que la ambigüedad de la promesa le permite actuar tal como si existiera pero sin cargar los costos políticos y económicos que implicaría hacerlo.
Las instituciones que participan del modelo sólo tienen la obligación de la eficiencia en el ejercicio efectivo del poder. Entienden y utilizan la noción generalizada de que la Historia la escriben los vencedores, construyendo así la validación de su lugar de enunciación. Pero además, se basan en los supuestos y las confianzas implícitas que (a)parecen como verdades. La redacción entonces sería “como podemos (re)escribir la Historia es que somos vencedores”. Una escritura de la Historia que, por cierto, los demuestra como su consecuencia inevitable. O lo que es lo mismo: la capacidad de nominación legítima de aquello que debe ser considerado Historia reproduce la asimetría del orden social.
Es allí donde se produce el efecto de poder del discurso hegemónico de las instituciones: los márgenes de maniobra y los intersticios para colocar en la arena de lo público/masivo otras versiones –otros enunciados- sobre los hechos son desactivados, invisibilizados o circunscriptos a un ámbito de circulación estrecho. ¿O se imaginan en Billiken –en Wikipedia- sacar a la luz la forma en que murió Güemes o los gustos sexuales de Sarmiento?. La Historia necesita del discurso totemizador.
Las celebraciones del Bicentenario ocurren en y para los medios de comunicación dentro de esta asepsia programática: la razón de las concentraciones populares ha trasladado su eje desde el discurso hablado (la arenga política) hacia la sucesión espectacular de imágenes, independizándose de los contenidos y haciendo énfasis extremo en el espíritu de grupo.
Un espíritu imaginario que asume por momentos el nombre de pueblo, en otros, patria; a veces, nación. Pero que siempre tienden al cierre semántico inclusivo –de un nosotros homogéneo– cuyo objetivo es clausurar las diferencias y por lo tanto la conflictividad social. El Estado administra la violencia, pero esta vez lo hace circunscribiendo el goce.


El modelo ha aprendido que es precisamente la emocionalidad lo que hace a los individuos vulnerables y que esa vulnerabilidad los hace expectantes. Mejor incluso: el golpe bajo, la búsqueda del efecto afectivo los convierte en material deseoso y siempre disponible a la contemplación desinvolucrada. Satisfecha en su autocomplacencia.
Entonces ocurre lo que adelantamos en la primera parte: los contenidos son irrelevantes debido a que son constituidos porsignificantes magnéticos (o que se magnetizan). Esto es, el sentido (de una enunciación) se ha independizado de toda posible relación entre significado y significante y actúa como si el signo fuera un objeto cargado magnéticamente. El signo actúa con la contundencia del objeto. Y los sentidos posibles quedan anulados en función de la pervivencia de la transmisión.
Es el uso ideológico el que ha eliminado a la necesidad de significado para la eficiencia de su enunciación. Igualar u homologar el significante con el sentido es un ejercicio de poder que podríamos denominar la fe del carbonero. Esta es una renuncia en la total confianza entregada al modelo, que facilita y hace eficiente la toma de decisiones pero que desertifica cualquier posible enunciación fuera de esa confianza.
La celebración, entonces, sea la del Bicentenario, la del fútbol o la del triunfo del tribunal popular, ocurre como un síndrome: una organización posible de los signos privilegiados por la moda (su reiteración) pero que no necesita una lógica organizadora interna o externa. Usa los significantes magnéticos que se potencian y reserva para más tarde los que se repelen.
Los objetos (y no sus significados) son los que inducen las conductas de los sujetos. Los signos están vacíos, ya nadie se pregunta cuál es el razonamiento que los sostiene. La Historia es innecesaria, su celebración demuestra su inutilidad.

NOTAS


1.Roland Barthes, El sistema de la Moda. 1967.
2.Guy Debord, La Sociedad del Espectáculo. 1967.
3.Señala Slavov Žižek en De Joyce-el-Síntoma al Síntoma del Poder. “… (en la actitud cínica contemporánea) la ideología puede poner sus cartas sobre la mesa, revelar el secreto de su funcionar, y aún continuar funcionando”. Versión web en http://textosdezizek.blogspot.com/2010/05/de-joyce-el-sintoma-al-sintoma-del.
4. Jorge Sepúlveda T. “Centro Cultural Islas Galápagos :: evolution has mysterious ways” enwww.curatoriaforense.net .Texto publicado el 26 de diciembre 2007.
5.Una relación que presumía la existencia de sujetos a ambos lados: tanto el emisor como el receptor; además de un código compartido.





DICESE DEL TIPO DE ARTE MATERIAL O INMATERIAL, CON EL USO DE

MATERIALES TRADICIONALES Y NUEVAS TECNOLOGIAS, QUE INTERPELA

LOS CONTENIDOS ADEMAS DE LAS FORMAS DE PRESENTACIÓN

Y/O DE RE-PREPRESENTACION EN LA ESCENA CONTEMPORÁNEA;

A PARTIR DEL PARADIGMA MAS CONTEMPORÁNEO:

LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA CULTURA, EN LA CUAL

SE VIENE MANTENIENDO UNA SOSTENIDA VOLUNTDAD

DE SEDUCIR A LOS DISTINTOS ACTORES CULTURALES CON LOS

BENEFICIOSOS RESULTADOS DEVENIDOS DEL POSICIONAMIENTO DE SU

PRODUCTO EN LA IN-MEDIATEZ Y UN FUGAZ PRESTIGIO.

LEJOS DE ESE CIRCUITO DESCARNADO, LA EXTENSA Y VARIADA

FAUNA DE RECURSOS CULTURALES ORIGINADOS APARTIR

DE LA NECESIDAD DE DISPONER UN ESPACIO CON OTRAS

REGLAS O SIN ELLAS, COMO PLATAFORMA DE, ANALISIS, PRODUCCIÓN, Y

PUESTA EN ESCENA DE ACCIONES INDIVIDUALES Y COLECTIVAS EN LOS

MAS DIVERSOS CAMPOS DE LA CULTURA.


MANIFIESTO ANTI CONSAGRACION

[EL ESPINILLO EN OTOÑO TIENE UNA SOMBRA DIONISICA!]

AL COMIENZO DUDÉ.

LUEGO….LA VISIÓN SE ACLARÓ.

LA NEBLINA DE ENGAÑO QUE CUBRE SUBREPTICIAMENTE EL CONCEPTO

CONSAGRACION, SE DISIPA….

HACERSE SAGRADO, NO ES MOCO DE PAVO!

……………..

SER UN FUTURO CONSAGRADO, POR MOMENTOS SUENA COMO EL ORÁCULO QUE ANTICIPÓ MÁS TEMPRANAMENTE UN HECHO INEVITABLE

EN OTRAS INSTANCIAS APARECE COMO HABER APROBADO EL ULTIMO EXAMEN POR EL TRIBUNAL SUPERIOR DE DECISIONES EN LAS LIGAS MAYORES. EL NOMBRAMIENTO, LA DESIGNACIÓN, OTRO TITULO DE NOBLEZA DEL QUE SE TIENE EL HONOR DE LUCIR EN LA CHAQUETA

(CON UN RANCIO OLOR A NAFTALINA)

CONSAGRARSE ES TRANSFORMARSE EN MODELO. Y NO HAY PEOR COSA QUE LOS MODELOS, Y SERLES OBEDIENTES Y FIELES A SUS DOGMAS! LOS MODELOS, LOS MAESTROS Y LOS DISCIPULOS, SON DE LA ERA ARCAICA DE LA HUMANIDAD! EL ARTISTA-GENIO FUE SIEMPRE UN INVENTO DEL MERCADO.

Y AL FINAL, FINAL QUE NUNCA SE TERMINA, SE LLEGA A LA AUTOPISTA PARA LLEGAR RAPIDO AL SUBTE, PARA CONSIDERAR DESDE EL TREN DE ALTA VELOCIDAD ULTIMA GENERACION, QUE A LO MEJOR ES MUCHO MAS COOL LA CONTEMPLACION BAJO LA SOMBRA DE UN ESPINILLO…. O NO.

LA CONSAGRACION ES EL PROCESO PAULATINO DE MUSEIFICACION, MOLDEA EN TIEMPO REAL SU PROPIO MAUSOLEO, ES HACER INERTE A LA SUSTANCIA QUE TENÍA VIDA!

POR ESO CON UN GRITO RÍSPIDO ENTONEMOS UN ROTUNDO NO A LAS CONSAGRACIONES Y UN INEXORABLE SI A LA VIDA CON SANGRE EN LAS VENAS! [EL ESPINILLO EN OTOÑO TIENE UNA SOMBRA DIONISICA!]

PAULO AHUMADA ROVAI

30 DE mayo de 2010

CORDOBA ARGENTINA

BRINDIS POR LOS MANIFIESTOS

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